Si el gobierno toma la decisión política y económica de ofrecer una educación de primera, sin lugar a dudas, a la vuelta de 20 años, tendremos una ciudadanía políticamente responsable, capaz de transformar el país que tenemos, por uno donde hay oportunidades para todos.
La incapacidad de resolver pacíficamente los conflictos que se viven diariamente, es una de las herencias del conflicto armado colombiano. Por eso es fundamental una educación en ética y valores, que forme ciudadanos capaces de anteponer al diálogo a la violencia.
Este texto constituye el primero de una serie artículos informativos sobre el cronograma del Premio, criterios de evaluación e información sobre los maestros y rectores ganadores. Estos últimos serán premiados en la ceremonia nacional del Premio Compartir 2015, que tendrá lugar el 13 de mayo en el Teatro Colón de la ciudad de Bogotá.