Una vez que entendamos y enseñemos que todos somos diferentes, podremos crear un clima de respeto y confianza en nuestro salón de clases.
Existen innumerables estudios que comprueban que el aprendizaje, la atención y la memoria están atravesados por las emociones.
Disponer de herramientas para abordarla resulta clave para lograr que todos los alumnos puedan atravesar los procesos de aprendizaje de manera óptima.