Despreciados maestros y padres:
“Mis pensamientos solo giran en torno al suicidio y la manera como podría llevarlo a cabo”.
Desde hace un tiempo he querido decirles algo en persona, pero siempre que lo intento me da miedo; no por ustedes, sino por mí mismo, que no puedo controlar esa emoción desagradable de sentir miedo. Por esto, opté por escribirles esta carta.