Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.
En una visita pedagógica hablé con un estudiante que tenía un deseo salido de contexto. Un alumno que ha tenido todo el apoyo de su maestro en cada paso. Veamos la historia.
El irrespeto e intolerancia reinan nuestras calles. Ya no es solo en el Congreso en donde se observan comúnmente estas conductas, sino también en nuestras instituciones educativas.
Una experiencia pedagógica nacida en medio de la “Guerra verde” de Boyacá que debería ser implementada en los territorios víctimas del conflicto armado para educar en paz.