Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
En una visita pedagógica hablé con un estudiante que tenía un deseo salido de contexto. Un alumno que ha tenido todo el apoyo de su maestro en cada paso. Veamos la historia.
El irrespeto e intolerancia reinan nuestras calles. Ya no es solo en el Congreso en donde se observan comúnmente estas conductas, sino también en nuestras instituciones educativas.
Una experiencia pedagógica nacida en medio de la “Guerra verde” de Boyacá que debería ser implementada en los territorios víctimas del conflicto armado para educar en paz.