Así como el valor social debe es punto de referencia del desempeño de una empresa, en los sistemas educativos los indicadores de éxito deben centrarse en cómo desarrollar excelentes seres humanos.
La mayoría de los juegos en las escuelas se limitan a una sola clase y se aplican a una sola materia. Pero con un poco de planificación y recursos podemos ir más allá de eso.
La práctica no necesariamente hace la perfección, pero la comprensión de las posibilidades y las limitaciones de nuestras herramientas ayuda, al igual que lo hace el enfoque en la tarea en cuestión.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
Es vital que las grandes organizaciones que desean capitalizar el ambiente de aprendizaje promuevan buenas prácticas en torno al uso de las redes sociales y los dispositivos personales.