Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.
Estudiantes que reconocen en las historias de víctimas las razones que les hacen ser diferentes para lograr avanzar en la construcción de su propia identidad.
Su propuesta ha permitido que sus estudiantes sean capaces de atender y valorar lo que los otros dicen, desarrollando formas de concertación y conciliación desvinculadas de la violencia.