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Un pájaro de fuego voló entre los estudiantes de Bogotá

La alianza entre la Secretaría de Educación y la Orquesta Filarmónica de Bogotá acercó a cerca de 1600 niños, niñas y jóvenes de la ciudad a la cultura de la música, que transforma realidades.

Mayo 12, 2019

Se abre el telón y suenan los violines. Un grupo de músicos, el de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que ha ganado dos premios Grammy Latinos y ha tocado junto a Plácido Domingo y Aterciopelados, entre otros, les da la bienvenida a cerca de 1600 estudiantes de Bogotá.

Vestida de rojo aparece Belén Otxotorena, música y actriz española, que saluda a los asistentes para después convertirse en un pájaro de fuego y un hombrecito que es miniaturizado por cuenta de una bruja a la que también interpreta.

Luego también es hormiga y, mientras deambula de uno a otro personaje, también habla con el director de la orquesta, Andrés Felipe Jaime. Le pregunta como la narradora del cuento ruso El pájaro de fuego y él, en silencio, le responde con la maravillosa composición musical de Igor Stravinsky.

Ellos y ella, los músicos y la intérprete narradora, se acoplan en una sincronía armoniosa; van y vienen con las notas y las palabras que sumen en un mutismo absoluto al gran público asistente que observa emocionado el desarrollo de la historia del hombrecillo y el pájaro y la bruja y la hormiga; y los violines y los trombones y el piano y la percusión.

Allí, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, están los miles de estudiantes, atentos y conmovidos.

A la salida, Belén habla con algunos de ellos, les pregunta si les ha gustado y se toma fotos con muchos que le piden guardar ese momento para la posteridad. Todos sonríen.

“Ha sido un placer, hacía tiempo que no escuchaba un silencio tan profundo en una sala. Normalmente, se portan muy bien porque el cuento les encandila y la música de Stravinski es maravillosa, pero hoy ha habido un silencio muy especial y profundo. Momentos mágicos que realmente me los llevo para mí”, destaca Belén.

Para ella, lo más importante es hacer cosas para los estudiantes “de primerísima calidad, cosas bien hechas interpretadas por músicos grandes a la altura de un público como este”.

“Este es el público del futuro, pero sobre todo es el público del presente”, asegura la artista que además hace alusión al compromiso de la Alcaldía de Bogotá de cumplir con la responsabilidad que tiene con estos niños, niñas y adolescentes capitalinos.

Isabel Fernandes, directora de Participación de la Secretaría de Educación del Distrito, señala la importancia de estos espacios, generados dentro del Programa Integral de Mejoramiento de los Entornos Escolares para una Bogotá en Paz, liderado por la Dirección de Relaciones con el Sector Educativo Privado.

“Gracias al trabajo conjunto entre la Secretaría de Educación y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, logramos un acercamiento de los estudiantes a la música, porque es claro que esto transforma vidas y ayuda a la formación personal, pero también incide en la convivencia escolar. La educación integral implica eso, adquirir conocimientos y también acercarse al arte, y este contacto con la música contribuye claramente al desarrollo personal y social, eso está demostrado en distintos estudios”, explicó la directora.

En 2018, gracias a esta estrategia, 1680 estudiantes capitalinos disfrutaron de diferentes espectáculos musicales que despertaron en ellos el interés en la cultura musical.

Sandra Meluk, directora general de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, resalta lo indispensable de las alianzas con distintas entidades para lograr sus objetivos. “Creo que es algo característico de esta alcaldía de Enrique Peñalosa: que las instituciones trabajemos de manera articulada para proyectar aún más nuestros resultados. La música es un vehículo de disfrute de niños de distintas edades y distintos colegios y localidades”, afirmó Meluk.

En esta ocasión, para muchos de los asistentes era su primera vez en el teatro Jorge Eliécer Gaitán. Ese fue el caso de Daniel Hernández, estudiante de cuarto grado del colegio Antonio José Uribe; al final del espectáculo, el niño afirmó que le gustó mucho la intérprete y apuntó emocionado: “No conocía este teatro y es muy grande”.

Émily Valentina González Valero tiene 10 años y toca el violín. “Me siento feliz cuando lo toco, me inspira. Me gustó mucho lo que hicieron hoy porque yo sueño siempre con estar en un teatro como este tocando el violín”, puntualizó.

Para Andrea Cuervo, de 16 años y estudiante del grado 10.º del externado nacional Camilo Torres, lo que más le gustó fueron los trombones porque también toca ese instrumento. “Me divierto cuando lo toco. Me da esperanza de ser músico profesional cuando crezca”, asegura.

Sofía Burbano tiene 14 años y está en noveno, en el colegio Rafael Bernal Jiménez. “El espectáculo estuvo muy bonito, me encantó la actuación, muy chévere. Me encanta, yo toco el corno francés y me sentí conmovida por la forma como contaron el cuento, fue muy chévere”, señala.

Juan Felipe Lara, estudiante del grado 11.º del colegio Rafael Bernal Jiménez, describe la puesta en escena como espectacular. “Ella (Belén) tiene mucha actitud para interpretar a cada uno de los personajes en sincronía con la orquesta, y que la orquesta se vincule con ella es increíble. Que logren crear esa conexión y seamos nosotros los que los sintamos”.

Para Claudia Flórez, coordinadora del Claustro Moderno, “estos espectáculos desarrollan el sentido crítico hacia la música, el despertar a la cultura musical y, también, el sentido de la escucha”.

 


Imagen educacionbogota.edu.co

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