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Los retos del regreso al colegio
Luego de la tranquilidad y el largo descanso de las vacaciones, comienza un nuevo año y un nuevo reto escolar. Asumir esta nueva etapa puede llegar a ser difícil y tiene sus implicaciones.
Asumir nuevamente la dinámica de un año escolar es complejo, pero sobretodo retador. Muy seguramente, luego de dos meses o en algunos casos hasta tres meses, de largas vacaciones, retornar esta obligación luce complicado. Se añoran los sitios visitados, las personas, el tiempo dispuesto en exclusiva para romper la rutina, y en fin, explorar otros mundos, y esto es válido tanto para docentes como estudiantes. ¿Pero qué implica regresar a un nuevo año escolar?
Ahora bien, los vínculos que se han creado previamente con las personas del entorno escolar, compañeros, amigos, se hacen más fuertes, en la medida de la añoranza, del tener temas diversos para las charlas, de las nuevas experiencias e incluso de los planes futuros. Las expectativas por aquello que no se ha vivido y que otro narra mágicamente, aumenta la atención y la curiosidad, y en consecuencia fortalecen los vínculos sociales siempre y cuando se den en un ambiente que favorezca el intercambio de experiencias. Es una forma de redescubrir en otro, que su experiencia personal es importante, y al compartirla se hace vital en la dinámica de las relaciones escolares.
Dar inicio a un nuevo año escolar, implica retomar las dificultades del año anterior, vistas como grandes retos, pero con la mirada de avanzada, para solventar, ajustar o idear nuevos caminos que conlleven al éxito personal. Es muy positivo, revisar las situaciones en las que no se fue efectivo, y plantear nuevos rumbos para ayudar a superar los obstáculos, sin quedarse sólo en el pasado, sino con la expectativa por sacar adelante sus proyectos.
Por tanto, un nuevo año escolar debe abrir el pensamiento de estudiantes y maestros a nuevas formas de tolerar, de aprender, de reflexionar, de construir crítica que cimiente puentes y no fronteras entre pares, y entre docentes y estudiantes.
Por otra parte, los maestros, comienzan un reto profesional distinto, pues su experiencia, con frustraciones, victorias y pretensiones del pasado, son los soportes de su desempeño competente, bien diferente al de sus compañeros. Debe proponerse aprender tanto de los estudiantes en cuanto a tecnologías, a mirar la vida con ojos de sorpresa e inquietud; la misión de cada maestro es brindar apoyo, ejemplo y enseñar autonomía entre algunos de sus objetivos de enseñanza, y en últimas, siendo el líder del aula ser el “polo a tierra” de la convivencia, pero en sobremanera recordar cuán importante es su vida dedicada a la labor de enseñar.
De forma similar, para los estudiantes es la oportunidad de ampliar sus expectativas en el ciclo de la vida en el que están, así como continuar con una trayectoria de oportunidades para su desarrollo personal. Nuevas dificultades se presentarán, sin embargo, las personas, sean amigos, familia, pero sobretodo maestros, estarán allí para ayudarles a resolverlas.
El nuevo año trae consigo nuevas formas de pensar, de ver la vida de forma diferente, las expectativas se hacen grandes en esos primeros momentos del año; se viven y se sienten como un nuevo amanecer, la vitalidad del inicio jalona y proyecta con una carga de entusiasmo, esperanza y vigor.
¡Feliz regreso!
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