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Queimada
Año: 1969
Asignatura sugerida: Ciencias Sociales
Sinopsis:
Queimada (Gillo Pontecorvo, 1969) es tanto la historia de una isla caribeña como la de la propia Latinoamérica. Esta película tiene una magia que parece encerrar en un solo argumento las particularidades del proceso de independencia latinoamericano y permite identificar algunos aspectos históricos característicos de la constitución de las naciones latinoamericanas.
El periodo que va desde inicios del siglo XIX y principios del XX debe representar para nosotros ese gran momento de transición entre una política y economía de colonia hacia la búsqueda de una independencia política y la consolidación de un prospecto de capitalismo.
Búsqueda de una independencia política
Se ve claramente en un primer momento de la película que la condición de ese país, Queimada, habitado mayoritariamente por negritudes, es la de ser una colonia de Portugal. Y ante la llegada del agente inglés se constata que está en medio de una lucha entre potencias por el usufructo de las plantaciones de azúcar. La primera potencia, o sea la portuguesa, al parecer sin tener ideas ni medios tan claros como la segunda, Inglaterra, para sacar un doble provecho a éstas: uno, que brinda la explotación y otro, que brinda su manufactura y comercio. Lo que parece advertirnos los creadores de esta película, es que lo que viene a convulsionar la vida política de las colonias es la intervención prematura del incipiente capitalismo inglés.
Es de todos sabido que Inglaterra al constituirse en un foco industrial necesita de materias primas y de economías extractivas, en este sentido la apuesta de los ingleses es ayudar a la incipiente clase política de las colonias de Portugal, por ejemplo, a que se independicen para que el azúcar queden en manos de los gobiernos criollos y así dejarle libre el paso a las corporaciones azucareras inglesas que entablen acuerdos con las grandes haciendas. De este modo, se constituye el poderío económico inglés.
Los países que vendrían a constituir hoy Latinoamérica, obtuvieron una independencia política pero muchos no tienen una economía independiente. La mayoría que parecen condenadas a la economía de extracción.
Pero esta independencia política, de todos modos, crea la necesidad de que cada territorio se constituya como nación. Pero surgieron naciones autónomas, aunque con representaciones propias y símbolos identitarios diferentes a los de sus antiguas naciones sometedoras, se imita completamente el sistema político europeo, la cultura europea e incluso se intenta limpiar la raza, que sea tan pura como la europea. Esto lo que demuestra, es que la independencia política de las naciones latinoamericanas sólo fue el cambio de gobernantes españoles por criollos, que la independencia no desencadenó en una conciencia de crear nación sino en una imitación, debido a la educación europea de los criollos, de la vida republicana europea. El pueblo, esa gran masa de indígenas, negros y mestizos sin recursos, fue el que puso la fuerza, el talante y los muertos para cambiar el orden de las cosas pero lo que recibió como recompensa fue el sometimiento de los criollos, las ideas de civilidad producto de la ilustración y que sus condiciones de trabajo se asalariaran cuando las primeras manufacturas, creadas por europeos, se instalaran en estos territorios.
Consolidación de un prospecto de capitalismo
Hay otro momento de la película que merece atención especial, se trata de la parte en que después de sacar a los portugueses han pasado varios años del nuevo gobierno y el país se encuentra en una situación pre-revolucionaria. Se han formado guerrillas de ese pueblo de negros con empleos bajos y duros ¿Será acaso un pueblo que se da cuenta que tiene potencial para cambiar el orden de las cosas y que fue víctima de los poderes extranjeros, cuando ninguno de sus líderes tenía la claridad ni la consciencia para liderar procesos que les otorgasen el control y usufructo de las plantaciones de azúcar? No, no es tanto la consciencia del pueblo, como el mito en el que se ha constituido uno solo: José Dolores. El pueblo lo ve a él como el salvador pero no se reconocen a sí mismo como el que tiene que impulsar el cambio. Aunque hay un proceso en marcha en contra de la opresión, no es un proceso consciente, ni fuerte para quitar la hegemonía que ahora empieza a tener el capital. Es derrotado por la astucia o el conocimiento militar que posee la burguesía criolla, gracias a los concejos del inglés: el que sabe, domina.
En esta segunda parte de la película se observa, no sin indignación, como el incipiente capitalismo que ya se ha constituido en Queimada genera una división del trabajo que pone al mismo pueblo en contra de sí. El bienestar que genera el trabajo asalariado y el ascenso por medio de la acumulación hace que las propias negritudes dejen de sentirse oprimidos cuando les oprimen a algunos de sus hermanos. Es el caso de la clase militar, además del adoctrinamiento que hay de por medio, el hecho de que un soldado mate a su hermano que está en la sierra, es también por el bienestar que encierra el oficio al que se dedica y el salario que le pagan por él. Pero la influencia más evidente del capital y que bien la podríamos comparar con situaciones de las multinacionales de nuestra época es que ante la amenaza de una revolución es mejor invertir en fuerza militar (o paramilitar) para mantener en marcha el capital.
En tal sentido, la película constituye una mirada que problematiza el relato tradicional de la independencia latinoamericana. Podría ayudar a constituir una postura crítica sobre este relato histórico tan exaltado aún en la escuela.
Película recomendado por: Ferney Quintero Ramírez, docente de Ciencias Sociales en los grados 5 y 6 de la Institución Educativa Compartir Suba.
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