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Cómo crear una actividad competencial. Ejemplo práctico

Una actividad competencial fomenta aspectos tan fundamentales como el estímulo de la curiosidad, el carácter interdisciplinar, la contextualización, entre otros.

Febrero 29, 2020

El artículo de hoy tiene como finalidad darte a conocer qué convierte una actividad convencional en una actividad competencial, es decir, una actividad que no solo se centra en el saber, sino también en saber hacer, en el desarrollo de habilidades.

¿Y por qué pasar de una actividad convencional a una competencial? Entre otras razones, porque una actividad competencial fomenta aspectos tan fundamentales como el estímulo de la curiosidad, el carácter interdisciplinar, la contextualización, la importancia del reto o el desafío o la búsqueda de la autonomía personal.

¿Quieres saber qué indicadores son los que hacen posible una actividad competencial? ¿Quieres conocer un ejemplo práctico de una tarea que promueve las competencias y habilidades? Si es así, estaré encatando de que me acompañes en la lectura de este artículo. Así que, sin más demora, zarpamos…

Características de los aprendizajes competenciales

¿Qué entorno o contexto hace posible trabajar las actividades o tareas de aula desde una perspectiva competencial? Básicamente son cuatro las características que hacen posible trabajar en el aula por competencias:

  1. Aprendizajes transferibles. El aprendizaje se puede utilizar en distintos contextos, es decir, lo que se pretende es un tratamiento global de los contenidos.
  2. Aprendizajes significativos y permanentes. Los aprendizajes deben promover o buscar que los conocimientos y las habilidades que se derivan de dichos conocimientos perduren a lo largo del tiempo y no se olviden a las primeras de cambio. De ahí la importancia de establecer continuamente conexiones y promover actividades que no se reduzcan a materias, sino que se focalicen en ámbitos.
  3. Aprendizajes productivos. Las tareas competenciales deben evitar, en la medida de lo posible, actividades reproductivas o repetitivas. Esto se consigue con tareas centradas en un desafío o situación problemática.
  4. Aprendizajes funcionales. Las actividades competenciales deben permitir resolver problemas de la vida cotidiana y partiendo siempre de contextos reales.

Características de una actividad competencial

  1. El punto de partida es una situación problemática.
  2. La problemática tiene que ver con un tema de actualidad, a ser posible de interés por parte del alumno
  3. Los problemas guardan relación con aspectos de la vida cotidiana y cercana a sus intereses, preocupaciones y sensibilidades.
  4. No tiene un único resultado, sino que la tarea tiene un punto de partida, pero el resultado final presenta distintas manifestaciones en función del alumno, si es una tarea individual, o del grupo, si es una tarea grupal (texto, vídeo, infografía, mapa conceptual, informe, exposición oral…).
  5. Se centra en lo que se denomina el aprendizaje profundo, es decir, la actividad tiene que promover el análisis, la justificación, la predicción, la argumentación, la interpretación o la revisión, entre otros niveles de complejidad cognitiva.
  6. El destinatario final de la tarea no es el docente, sino que trasciende más allá del aula.
  7. Es capaz de dar una respuesta a la situación inicial planteada.
  8. Precisa el conocimiento previo de determinados aspectos de una o varias materias o ámbitos.
  9. No existe necesariamente una única solución al problema inicial planteado.
  10. Fomentan la creatividad y la curiosidad porque parten de sus intereses, sin renunciar al currículum.
  11. No solo es una actividad evaluable, sino que también es autoevaluable y coevaluable.

Un ejemplo de actividad no competencial

Imagina que estás trabajando en el aula el texto instructivo. Pues bien, fíjate en estas cinco preguntas que se plantan como actividad relacionada con esta tipología textual:

Responde a las siguientes cuestiones relacionadas con el texto instructivo:

  • Define la modalidad textual de texto instructivo.
  • Di las partes de que consta un texto instructivo como el de una receta de cocina.
  • Di los conectores textuales más comunes del texto instructivo.
  • Di los verbos que se utilizan en un texto instructivo

¿Por qué esta actividad no puede considerarse como competencial?

  • No parte de una situación problemática.
  • No es motivadora ni tampoco fomenta la creatividad.
  • No es aplicable a la vida real.
  • Se centra exclusivamente en los contenidos y no en las habilidades, es decir, se centra solo en el saber y excluye el saber hacer.
  • No trabaja el aprendizaje profundo, es decir, la actividad solo se centra en la reproducción, en la memorización. No hay análisis, comparación o secuenciación, por poner algunos ejemplos de verbos que fomentan el aprendizaje profundo.
  • El destinatario es el docente.
  • No es transversal, es decir, no precisa de otras materias para su realización.
  • Es una tarea fundamentalmente individual.
  • El tipo de respuesta es básicamente escrita y no precisa de otras formas de representación (oral, audio, vídeo, infografía, símbolos…)
  • No tiene mucho sentido que sea autoevaluable o coevaluable.

Un ejemplo de actividad competencial

Ahora que te has podido hacer una pequeña idea de una actividad no competencial, intentaré enseñarte cómo convertir la actividad del texto instructivo de la receta de cocina en una actividad competencial.

En primer lugar, se trataría de contextualizar la tarea. Para ello pediríamos a nuestros alumnos que eligieran una receta que les apateciera realizar (intereses). Además, también se les pediría que explicaran qué beneficios nutritivos aporta la receta elegida.

Los pasos a seguir para realizar esta tarea sobre una receta serían:

  • Escribir un guión por escrito con toda la información que se necesitará para la tarea: justificación de la receta elegida, historia o anécdota relacionada con la receta, ingredientes, valor nutritivo, utensilios necesarios, lugares donde se adquirirán los ingredientes, cálculo en euros del coste de la receta…
  • Transformar el texto en una breve presentación oral que deberá realizar ante el docente y los compañeros de clase.
  • Recoger los comentarios o aspectos de mejora de los compañeros tras la exposición oral.
  • Revisar la tarea incorporando alguna mejora y publicar la receta en una plataforma online (p.e. drive, google site, blog, YouTube…).

¿Por qué se trata de una tarea competencial?

Antes de señalar por qué considero la actividad anterior como competencial, me gustaría dejar claro que para que sea competencial no es necesario que cumpla con la totalidad de las características que he señalado anteriormente. En el caso de la receta de cocina, por ejemplo, la actividad no parte de una situación problemática ni tampoco se centra en un tema de actualidad.

Pero lo que sí la convierte en competencial son las siguientes características:

  • Plantea una tarea con la que el alumno que enfrentará en la vida real y lo hará desde la cotidianidad.
  • Promueve que el alumno anticipe, planifique, investigue antes de llevar a cabo la exposición oral frente al grupo.
  • Es interdisciplinar, porque no solo debe saber lo contenidos propios de un texto instructivo, sino que debe ver el valor nutricional que se relacionaría con materias del ámbito científico y el coste de la receta que se relacionaría con el ámbito matemático.
  • El destinatario no es solo el docente, sino los compañeros y otros posibles lectores en caso de que haya publicado la receta, por ejemplo, en un blog.
  • Trabaja no solo la expresión escrita, sino también la expresión oral.
  • Fomenta la competencia digital, dado que el producto final debe ser compartido en una plataforma online (el docente puede incluso dar distintas opciones como YouTube, blog, google site…)
  • No solo es una tarea evaluable para el docente, sino que el alumno se puede autoevaluar y los compañeros coevaluar mediante un instrumento de evaluación como, por ejemplo, la rúbrica analítica.
  • La tarea exige conocimientos previos sobre el texto instructivo, pero no se centra el la reproducción de dichos conocimientos (aprendizaje superficial) sino en las habilidades como el análisis de los beneficios nutritivos, los elementos no verbales de una exposición, la historia que hay detrás de dicha receta (aprendizaje profundo).
  • Fomenta la retroalimentación o feedback, a partir de la mejora del producto final.
  • Se podría plantear la actividad tanto de manera individual como grupal, por ejemplo, mediante equipos de base (aprendizaje cooperativo).

Hacia un aprendizaje competencial. A modo de conclusión

La intención de este artículo no ha sido otra que la de reflexionar sobre la importancia de fomentar en la escuela no sólo los contenidos, sino las habilidades de nuestros alumnos. Unos alumnos que necesitan que les transmitamos un currículum competencial que dé respuesta a los grandes retos a los que se enfrentarán en un futuro próximo.

Necesitamos una educación que abogue por una plan de estudio global, es decir, que se centre más en los ámbitos que en las materias, que sea capaz de conectar la educación formal e informal, que reconozca la diversidad y defienda la inclusión y que haga que las competencias se conviertan en los objetivos de aprendizaje, siempre teniendo en cuenta los contenidos fijados por el currículum.

Contenido publicado originalmente en el blog ‘Justifica tu respuesta’ bajo licencia Creative Commons.

 


Imagen pixabay.com

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Maestro de secundaria, defensor de la educación inclusiva, apasionado de las nuevas tecnologías y enamorado de la educación emocional
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Sandra Cecilia Suárez García
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