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Afrontando mi miedo a la práctica docente
Experiencia de mi formación como docente, carrera la cual no fue mi primera opción por miedo de no ser capaz de ejercerla correctamente.
Llevo 12 años estudiando en la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Santa Marta. Entre cuando tenía 5 años de edad al grado de Preescolar. Curse toda mi vida en esta institución viviendo momentos felices, de tristeza, de frustración, entre otras emociones incontables que te van formando como persona. En esta institución te enseñan a valorar lo que el mundo te brinda y a cómo transformar tus debilidades en fortalezas.
Mis inclinaciones van más hacia el deporte (especialmente en el voleibol) y el arte. A través del deporte puede liberar mi estrés, ejercitarme y divertirme. Por medio del arte puede expresar muchas más emociones y sentimientos, puedo explotar mi creatividad y sorprender.
Actualmente llevo 1 mes y 21 días en el Programa de Formación Complementaria que proporciona esta misma institución.
Aun me pregunto cómo llegue a acá, creo que lo hice por el simple hecho de no haber pasado a la universidad y estudiar una carrera que “me guste”. Lo hice aun sabiendo que no tengo claro lo que quiero hacer para mi futuro profesional y el miedo que provoca no ser una persona apta para educar.
Expreso que aún, siendo sincera por mi inmadurez o por mi “poca edad” no sé si la docencia sea lo que en realidad quiero para un futuro, si en realidad soy buena para esto, si lo estoy haciendo bien o mal, si en un futuro podré ayudar a las personas ejerciendo esta profesión. Sin embrago decidí realizar el Programa de Formación Complementaria y afrontar mi miedo de no ser capaz de incidir en la formación colombiana.
Escoger ser docente es una misión y un reto muy importante en la vida de quien lo decida. Ejercer como docente no es una simple carrera o profesión, ser docente implica cambio, progreso, trabajo duro y mucho esfuerzo.
Por esto considero que elegir esta profesión no debe ser a la ligera, debe ser pensado y con tiempo, de proyectarte en un futuro como un excelente docente. El maestro debe ser un guía, un líder que lleve a sus alumnos por el buen camino, un modelo para sus estudiantes, una persona que proyecte al mundo el cambio que quiere hacer a la sociedad, que le demuestre a sus aprendices que la mejor arma para combatir a la violencia es la educación y que no le tema enfrentar sus miedos.
Pienso que la práctica docente será una oportunidad para darme cuenta si estoy hecha para ser una docente de calidad; será una oportunidad para demostrarme a mí misma de que puedo lograr lo que me proponga. Integraré mis inclinaciones que son el deporte y el arte, demostrando que a través de estas dos áreas se pueden desarrollar grandes habilidades y poder salir adelante y demostrarle al mundo con la frente en alto y con orgullo de que soy una maestra.
Educar es un arte que implica motivación, vocación, esfuerzo, esmero, entre otras cualidades que hay que implementar para que esta práctica sea de calidad.
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