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La química y la vida

Enseñar a sus alumnos el valor de la química a través de las mismas necesidades que pudieran tener en su diario vivir.

Mayo 13, 2015

Frank Hernando Montaño Cuero
Ciencias Naturales Grados 10º y 11º
Institución Educativa Liceo Nacional Max Seidel
Tumaco, Nariño

“Profe, en este bolso cargo lociones que yo mismo hice, gracias a lo que usted me enseñó”. Esta anécdota, ocurrida con un exalumno, plasma los frutos de la labor pedagógica del maestro Frank Montaño. En vista de que sus estudiantes presentaban dificultades en el aprendizaje de la química, se propuso renovar la metodología pedagógica de esta ciencia, brindándoles a estos herramientas empíricas que mejoraran su desempeño académico y causaran impacto social.

Su propuesta se centra en implementar laboratorios químicos en los que se fabrican productos útiles de uso cotidiano. Este enfoque constructivista refuerza los contenidos teóricos de sus alumnos y desarrollan competencias laborales según los lineamientos del SENA. Aún más, la propuesta incorpora como elemento transversal la comercialización de los productos desarrollados por los estudiantes, elemento que incrementa su motivación y su aprendizaje.

 El impacto social de la iniciativa se evidenció en el interés de los padres por asistir a las prácticas o de sugerir productos que necesitara.

El proceso consta de dos fases. En la primera, de carácter preparatorio, el maestro lleva a los estudiantes a investigar el tema a tratar, les proporciona, en el contexto de una clase regular, los conocimientos teóricos pertinentes y les solicita la elaboración de un documento guía donde deben dar cuenta precisa de los pasos a desarrollar en el laboratorio y los materiales a utilizar. Solo después de pasar por estos filtros, se procede a la segunda fase, donde se realizan las prácticas y se desarrollan ejercicios de autoevaluación que permiten corroborar o desmentir lo visto en el plano teórico y fortalecer el espíritu empírico de la propuesta.

El impacto social de la iniciativa se evidencia en el interés de los padres por asistir a las prácticas y en sugerir productos que puedan llegar a necesitar. Entre estos se encuentran cosas tales como jabón, queso, tiza, champú, desodorante, ambientadores y detergentes que pueden utilizarse para el uso doméstico, regalarse y también venderse a manera de estrategia económica para el sustento familiar y de los propios estudiantes. Del mismo modo, los productos de limpieza particularmente se dan como aporte para la institución educativa.

En términos académicos, los resultados de las Pruebas Saber 11 en el área de Química han mejorado ostensiblemente y los estudiantes han logrado una experticia en el manejo de mediciones volumétricas y otros cálculos precisos, que los proyectan al campo laboral y profesional.

Así, alrededor de 40 estudiantes han perfilado su carrera universitaria en el área de ciencias naturales, de los cuales 10 han escogido específicamente la química. Por último, los egresados conservan un interés, como lo comprueba al ver que continúan desarrollando lo aprendido a través de la elaboración y comercialización de nuevos productos.

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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer