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Educación post 2015: Una moneda en la cual invertir

El mundo dejó de estar dividido entre países ricos con altos niveles de educación y países pobres con bajos niveles de educación.

Noviembre 13, 2015

Lo importante es que cuando se trata de la educación, la agenda post 2015 para el desarrollo sostenible ya no solo consiste en ofrecer más años de educación a más personas sino también de asegurarse de que los individuos adquieran una base sólida de conocimiento en disciplinas claves; que desarrollen el pensamiento creativo y crítico, y las habilidades de colaboración y que acrecienten rasgos del carácter tales como conciencia plena, curiosidad, coraje y capacidad de recuperación.

Lo primero que muestra nuestro informe de 2015, titulado ‘Competencias Básicas Universales: Lo que los países pueden ganar’, es que la calidad de la educación en un país es un fuerte indicador de la riqueza que producirá dicho país a la larga. Dicho de otra forma, la producción económica que se pierde debido a malas políticas y prácticas educativas deja a muchos países en lo que equivale a un estado permanente de recesión económica - una recesión que podría ser más amplia y profunda que la resultante de la crisis financiera de comienzos del milenio, de la cual muchos países todavía se esfuerzan por salir.

Entre los países que se compararon, Ghana tiene la tasa más baja de matrículas en escuelas de secundaria (46%) y también los más bajos niveles de logro para los escolares quinceañeros (291 puntos PISA, según el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA por sus siglas en inglés) de la OCDE). Aunque para Ghana es difícil cumplir la meta de las competencias básicas universales en el futuro inmediato, si lo hiciera, observaría una ganancia durante la vida de los niños que nacen hoy equivalente, a valor presente, a 38 veces su PIB actual. Esto equivale a triplicar el PIB futuro descontado de Ghana cada 4 años durante la vida laboral de los estudiantes con competencias mejoradas. Para países de ingreso mediano bajo, el valor presente descontado de los beneficios futuros seguiría siendo 13 veces el PIB actual y a lo largo de los próximos 80 años, el PIB sería en promedio 28% mayor. Para países de ingresos mediano alto, que generalmente muestran niveles más altos de resultados del aprendizaje, el PIB seria en promedio 16% mayor.

La meta de competencias básicas universales también tiene implicaciones para países de ingreso alto, especialmente los países productores de petróleo. Actualmente, muchos de ellos han logrado convertir su capital natural en capital y consumo físico, pero no han logrado convertirlo en el capital humano que pueda generar los resultados económicos y sociales para un futuro sostenible. El informe muestra que, como grupo, los países de alto ingreso que no son miembros de la OCDE, observarían un valor económico adicional equivalente a casi 5 veces el valor de su PIB actual si al menos lograran equipar a todos los estudiantes con las competencias básicas. Hay un mensaje importante para los países ricos en recursos naturales: la riqueza que está oculta en las competencias no desarrolladas de su población es mucho mayor que la que actualmente cosechan de la extracción de sus recursos naturales. Hay más: PISA muestra una relación altamente negativa entre el dinero que los países devengan de sus recursos naturales y el conocimiento y las competencias de su población escolar. Es decir, PISA y petróleo no se mezclan fácilmente.

Una interpretación es que en países con pocos recursos naturales, la educación es altamente valorada y produce resultados sólidos, debido así sea en parte a que la población en general ha comprendido que su país debe vivir de su conocimiento y sus competencias, y que estas dependen de la calidad de la educación. En otras palabras, el valor que un país le da a la educación puede depender, así sea en parte, de su visión de cómo el conocimiento y las competencias encajan en la forma en que se gana la vida.

Uno podría estar tentado a pensar que los países de alto ingreso han tenido todos los medios para eliminar el sub desempeño extremo en la educación y ya deberían haber logrado su meta y sus objetivos pos-2015 para la educación. Pero el informe muestra lo contrario. Por ejemplo, el 24% de los quinceañeros en Estados Unidos no logran completar ni siquiera las tareas PISA básicas de Nivel 1. Si Estados Unidos lograra garantizar que todos sus estudiantes cumplieran la meta de competencias básicas universales, los beneficios económicos podrían llegar a más de 27 billones de dólares en ingresos adicionales para la economía estadounidense a lo largo de la vida laboral de dichos estudiantes. Así que incluso los países de alto ingreso de la OCDE se beneficiarían en forma significativa al tener a todos sus estudiantes en el nivel de competencias básicas para el 2030. Para este grupo de países, el PIB futuro sería en promedio 3,5% más alto de lo que sería en caso contrario. Esto es aproximadamente lo que dichos países gastan actualmente en sus escuelas. En otras palabras, los beneficios económicos que se generarían al eliminar el sub desempeño extremo en países de alto ingreso de la OCDE para el 2030 sería suficiente para pagar la educación primaria y secundaria de todos sus estudiantes.

El mensaje de estos análisis algo complejos es simple: no hay atajos para lograr mejores resultados del aprendizaje en la economía mundial pos-2015, en la cual el conocimiento y las competencias se han convertido en la moneda global y la clave para un mejor trabajo y una mejor vida. Y no existe un banco central que imprima esta moneda. No podemos heredar esta moneda y no la podemos producir mediante la especulación; la podemos desarrollar solo mediante el esfuerzo y la inversión sostenida en la gente.

Surgen, entonces, las preguntas de si las mejoras en los resultados del aprendizaje que se sugieren en nuestro informe de 2015 son realistas y cómo se podrían alcanzar para 2030. La respuesta a la primera pregunta es inequívocamente positiva. PISA muestra que los de mejor desempeño en educación, tales como Corea del Sur, Singapur y Shanghai en China, pudieron ampliar aún más su ventaja en los últimos años, y que países tales como Brasil, México, Túnez y Turquía lograron importantes avances a partir de niveles bajos de desempeño previos–a una velocidad que excede, por un amplio margen, las mejoras descritas en este informe. Así que el mundo está lleno de ejemplos de mejoras a la educación, y no hay tiempo que perder. Sin las competencias adecuadas, la gente termina marginada de la sociedad; el progreso tecnológico no se traduce en crecimiento económico y los países enfrentan una ardua lucha para mantenerse adelante en este mundo hiperconectado. En este escenario, el pegamento social que une nuestras sociedades terminaría por desintegrarse. El mundo se ha vuelto indiferente a prestigios pasados y es implacable con la debilidad. El éxito lo obtendrán aquellos individuos, instituciones y países que se adapten con rapidez, se quejen poco y estén abiertos al cambio. La tarea de los gobiernos es ayudar a sus ciudadanos a afrontar el desafío, asegurándose de que para el 2030 todos estén equipados con el conocimiento y las competencias necesarias para una educación adicional, el trabajo y la vida.

Adaptado del blogspot OECD Education Today publicado en mayo de 2015.

Referencias

Ver http://en.unesco.org/world-education-forum-2015/ y

https://blogs.worldbank.org/education/

Visitar www.oecd.org/pisa/

OECD (2015), Universal Basic Skills: What Countries Stand to Gain, OECD Publishing

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Director del Área de Educación y Competencias de la OCDE
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