Cultivando un cambio en la visión de los docentes, el rector inculcó un espíritu perseverante, encaminado a hacer visibles los talentos de los estudiantes y apoyar a quienes tengan deficiencias.
Cada año 130 estudiantes entran a la universidad, en gran parte, gracias a su gestión que a través del buen manejo de recursos ha atendido aspectos académicos y administrativos que reconocen el valor de cada miembro de la comunidad educativa.
Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.
Su propuesta ha permitido que sus estudiantes sean capaces de atender y valorar lo que los otros dicen, desarrollando formas de concertación y conciliación desvinculadas de la violencia.