Tenemos suficientes muestras de cómo la tecnología por delante de las necesidades de las personas y las organizaciones termina a menudo en experiencias si no fracasadas al menos poco exitosas.
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.
Es necesario encontrar estrategias y, sobre todo, herramientas y plataformas que permitan a niños y adolescentes descubrir qué quieren ser, qué se les da bien, qué les apasiona.