La verdadera catástrofe del país está sucediendo en cada uno de los hogares colombianos y en cada una de las escuelas: es allí en donde se caen los edificios y colapsan los puentes.
No existe dirigente político, ni programa de gobierno, que no se ocupe de plantear sus propuestas de cómo transformar la educación nacional. Pero, ¿se logrará?