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Innovación educativa: pequeñas acciones en busca de nuevos sentidos
Con un llamado a desmitificar que innovación es lo mismo que tecnología y con una invitación a comprender que la innovación está “a la vuelta de la esquina”, culminó la escuela de verano Parche Maestro 2020.
“Tenemos que entender que ya no estamos en un cambio de época. Estamos ya en una época en que las cosas han cambiado. En tanto, no podemos continuar teniendo una escuela exactamente igual como se hacía en el siglo XIX”. Así comenzó su intervención la española Roser Bertrán, de la Fundación Kreanta, en el panel sobre innovación educativa que dio cierre a esta edición del Parche Maestro. Y continuó: “Necesitamos entender que no solamente es la escuela la que nos aporta conocimiento, sino que en el territorio también hay conocimiento”.
En este encuentro de expertos e investigadores, se habló de la relación con el territorio y la observación de la biodiversidad, la innovación en el museo, el rol de la tecnología y los saberes que se construyen a partir de los vínculos creados entre los docentes, los estudiantes y sus entornos.
“Lo que uno aprende observando la diversidad y la biodiversidad es que la innovación está ahí, a la vuelta de la esquina -afirmó Cristina Ruiz, del Instituto Humboldt (Colombia)-. Cuando uno se permite romper los muros de la escuela, los físicos y los virtuales, y sale a observar lo que tiene cerca, empieza a entender que la naturaleza nos da pistas de innovación. Permanentemente las especies se adaptan, se transforman, son capaces de cambiar. La observación constante y respetuosa de la biodiversidad nos lleva a la empatía y eso es algo que hemos perdido en este país de una manera dramática”.
Y en este mismo sentido, Ricardo Rubiales, del Centro de Ciencias de Sinaloa (México), se refirió a la necesidad de “crear ámbitos para el diálogo, la tolerancia y el respeto, para escuchar otros puntos de vista. En el museo estamos trabajando mucho en hacer muchas preguntas y no necesariamente dar respuestas. En crear espacios para expresarnos y escuchar argumentos”. Y añadió: “Ahora estamos aprendiendo que lo mejor es renovar y replantear desde donde estamos. Muchas de las reflexiones de los educadores en los museos se están yendo hacia replantear la corporalidad y el espacio, el trabajo de la cultura visual y la idea de lo colaborativo”.
Y así, el diálogo sobre lo que significa hoy la innovación en los ámbitos educativos, fue marcando también una necesidad: la de reconocer que el conocimiento no está dado, sino que se construye y que, en palabras de Roser Bertrán, “la escuela no puede hacerlo todo sola y tiene que aprender junto con otros”. Como lo afirmó Martín Rebour, de Plan Ceibal (Uruguay), “hoy, más que nunca queda clara la necesidad de romper el aislamiento, de trabajar con otros. La manera de dar respuesta a estos desafíos que nos impone la realidad educativa es pensar cosas juntos y pensar cosas nuevas. Como diseñadores, como artesanos, sin perder el carácter profesional de los maestros”.
¿Y en este panorama dónde queda la tecnología? Los cuatro invitados al panel coincidieron en afirmar que la innovación educativa no está ligada a lo tecnológico. En palabras de Roser Bertrán: “No por tener muchas computadoras o ser los más inventores de apps, vamos a innovar la educación. Lo que me preocupa es eso: que se entienda solamente la innovación como aquella escuela que está muy bien dotada de maquinaria pero, en cambio, el sistema sigue siendo el mismo”.
Y en este sentido, Rebour hizo un recorrido sobre cómo ha ido evolucionando la innovación en la educación: “Primero nos ocupamos por dotar las escuelas de dispositivos, es decir, pensamos en los contenedores. Luego nos dimos cuenta de que teníamos dispositivos pero no teníamos contenidos, y vino la era de creación vertiginosa de contenidos. Teníamos contenedores y excelentes contenidos, pero muchas veces no estaba pasando nada. Y fue cuando nos dimos cuenta de que faltaba algo: los contextos”. Es decir, el aporte de los maestros, la importancia de los colectivos, de generar comunidades de práctica para vivir la educación de otra manera.
Pensar en innovación educativa sin una relación estrecha con los contextos, sin considerar las condiciones particulares de los territorios, los docentes y los estudiantes mismos, realmente no es innovación. Tal vez sea una recopilación de herramientas, pero es el uso que se hace de ellas es lo que les da sentido. Como afirmó Roser Bertrán, “si el aprendizaje no es significativo, no nos va a servir para nada. Los docentes tenemos que adaptarnos a este mundo cambiante y aprender con nuestros estudiantes. Mientras ellos aprenden, nosotros también aprendemos”.
O en palabras de Martín Rebour, “la innovación se parece más a pequeñas acciones que buscan nuevos sentidos, que a grandes proyectos que cambian de un día para el otro las formas de hacer”.
Ver Panel de Innovación educativa de Parche Maestro 2020:
bit.ly/ViernesPM2020-PanelCharlaYManifiesto
Imagen Adam Winger on Unsplash
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