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Una maestra que se educa en comunidades étnicas
A lo largo de mi experiencia de formación como docente es gratificante conocer y compartir como se educan otras comunidades que residen en poblaciones aledañas a las afueras de Santa Marta.
En medio de mis prácticas se realizó una actividad que consistía investigar en ciertas poblaciones de la ciudad cómo la familia y docentes contribuían a la formación de los estudiantes.
Partí la travesía hacia un asentamiento indígena Aruhaco conocido como “Zirumake” donde se encontraba una pequeña escuela llamada “Katanzama”. Había un promedio de 40 a 45 estudiantes, todos de descendencia indígena. La llegada a esta escuela cambio radicalmente mi percepción sobre la educación a esta población.
Durante mi estadía pude involucrarme un poco en sus procesos de aprendizaje, observé que hay una falta de material didáctico y audiovisual, debido a que se encuentran en condiciones poco favorables, donde no cuentan con energía eléctrica, por lo tanto, las docentes aprovechaban todos los elementos que le proporcionaba su propio contexto para así hacer de la clase un ambiente ameno que genera grandes conocimientos, donde involucran a los estudiante a aprovechar el medio como herramienta para descubrir y construir su conocimiento.
Aquí me di cuenta que los estudiantes indígenas también tienen necesidades particulares a las de un estudiante de zona urbana o un estudiante común; encontramos a niños con capacidad brillantes que no pueden desarrollarlas como tal ya que están influenciados bajo una cultura muy estricta que no permite realizar ciertas actividades para potencializar sus habilidades cognitivas.
No solo me tomé en la tarea de observar, cómo y con qué ellos se educan, sino también me dejé enseñar por ellos, aprendiendo como son los procesos de enseñanza y aprendizaje que se brindan en esta comunidad donde pude conocer a fondo como es su cultura y que percepción tenían acerca de la educación.
Estas escuelas indígenas necesitan de una mayor atención por parte de la sociedad, donde se les brinden los suficientes recursos para poder aprender aún más, es por ello que comparto la siguiente frase: “Un maestro es una brújula que activa los imanes de la curiosidad, conocimiento y sabiduría en sus pupilos”, Ever Garrison.
Decidí darles a conocer esta frase para dar cuenta que un maestro es una gran influencia para el desarrollo de cada estudiante ya que uno se convierte en esa brújula, en ese guía que los lleva por ese camino de formación que los convertirá en un futuro en grandes seres humanos.
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