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BIG DATA: retos desde una perspectiva de las Ciencias Sociales
El rol que tenemos los científicos sociales en torno al BIG DATA pareciera difuminarse en un mar de lenguajes de programación que difícilmente nos enseñan en pregrado o licenciatura, las cuales dependen del interés individual al momento de intentar conocer y aplicar, en algún nivel, este tipo de conocimiento.
Uno de los temas que están cobrando cada vez mayor fuerza es el manejo y uso de grandes volúmenes de datos para la predicción de tendencias y demás temas afines a campos empresariales y/o académicos. Todo ello, conocido en la actualidad como BIG DATA.
“tengo varios años trabajando y dialogando con expertos de Computer Science que reconocen (como yo reconozco de ellos) el rol que cumplo, al momento de reconocer las potencialidades de un dato y los diferentes tratamientos que se le pueden dar para su mayor rendimiento alrededor de un determinado tema”.
Una de las áreas o sectores que iniciaron el proceso de aprovechamiento del BIG DATA fue el sector bancario o financiero, pero a la fecha un número cada vez mayor de diferentes sectores de nuestras sociedades se muestran interesados en intentar sacar provecho a las diferentes aplicaciones y herramientas digitales para los fines antes expuestos.
Desde hace un par de años, me he interesado en cómo sacar provecho del BIG DATA en mi quehacer diario, como docente, investigador y consultor. A lo largo de este período, he tenido interesantes debates con colegas académicos vinculados al área de Computer Science sobre este tema, pero sobre todo del rol que tenemos los científicos sociales en este proceso.
Ahora bien, si cualquiera de ustedes buscase empleos en la actualidad en materia de Data Scientist o BIG DATA, en los diferentes portales de empleo, se darían cuenta del marcado perfil técnico que se da a esta nueva frontera de aprovechamiento de los datos, dejando a quienes hemos venido avanzando desde las ciencias sociales un poco de lado. Ingenieros expertos en Computer Science, estadísticos y matemáticos con alto conocimiento (nivel experto) en Python, Java, GIT, SQL y demás lenguajes de programación terminan centrando los perfiles de muchos de los puestos de trabajo afines al tema.
Si bien el BIG DATA exige conocimientos aplicados en diferentes formas de programación, el rol que tenemos los científicos sociales en esta materia pareciera difuminarse en un mar de lenguajes de programación que difícilmente nos enseñan en pregrado o licenciatura, las cuales dependen del interés individual que se tenga para intentar conocer y aplicar, en algún nivel, este tipo de conocimiento fuera de muchos de los planes de estudio existentes en la actualidad. Ahora bien, mi interés se centra en remarcar muy bien el rol que debemos y tenemos asumir desde las ciencias sociales en materia de BIG DATA. Para ello, mi deseo es remarcar un argumento que siempre he creído fundamental para justificar el por qué me interesa y he intentado avanzar en este tema en especial: la necesidad de promover un entorno interdisciplinar para garantice la explotación exitosa del volumen de datos que hoy podemos disponer desde las diferentes aplicaciones dispuestas para tal fin.
Imaginemos que sufro de una enfermedad X y deben operarme. Lo lógico sería pensar que en la operación que me hagan asistan anestesistas y un conjunto de profesionales que trabajarán con mi médico tratante, ¿no? Desde mi punto de vista, lo mismo pasa cuando hablamos de BIG DATA: se necesita de profesionales expertos en Computer Sciencie, estadísticos y matemáticos que ayuden a la extracción satisfactoria de los datos, pero también de expertos de ciencias sociales que compartan lenguajes comunes a estos para poder saber, con precisión, qué y cómo procesar la diversidad de datos que pudiésemos extraer de portales web o redes sociales, por ejemplo; así como las múltiples perspectivas de análisis que pueden ser consideradas para la explotación exitosa de estos datos, que no son más que una representación cuantificada de procesos sociales llevados a cabo por personas que usan una determinada aplicación o servicio.
Con base a lo expuesto en el párrafo anterior es que siempre me he visto útil ante el BIG DATA. Como dije antes, es muy importante tratar de adquirir competencia en alguno de los diferentes lenguajes más empleados para el desarrollo de este sector que ha venido ganando terreno los últimos años, pero el trabajo de explotación y aprovechamiento comercial, académico y/o social de los datos debe contar con científicos sociales (psicólogos, sociólogos, economistas o expertos en educación, por ejemplo) que sepan bien qué variables considerar para el abordaje efectivo de determinados temas. Ello, de la mano de otros expertos que sepan muy bien como extraer los datos que uno señale.
Como bien le he dicho a muchos de mis colegas de áreas afines al BIG DATA, con quien he tenido el placer de trabajar y charlar al respecto, los últimos años, el principal reto está en tener claro el rol de cada actor experto para garantizar la concreción de los objetivos propuestos. No tener claro esto, a mi modo de ver, sería limitar las bondades que el propio dato puede traer consigo, si no se sabe o tiene claridad de los diferentes diálogos qué pueden ser extraídos en él, desde un ambiente profesional interdisciplinar.
Los retos alrededor del BIG DATA no solo pasa desde la ingeniería, la estadística o las matemáticas, sino también debe asumirse desde las ciencias sociales, al momento de garantizar un cambio de orientación de los programas de estudio de la nueva generación de profesionales, alrededor del aprendizaje de lenguajes que facilite el diálogo interdisciplinar que exige el tema aquí tratado (sin llegar a convertirse en ingeniero). Mientras esto no se dé, el BIG DATA seguirá siendo materia principalmente de ingeniería y matemáticas, cuando desde las ciencias sociales creo que tiene y debe aportar de forma mucho más clara en torno a este tema. Sobre todo, cuando tengo varios años, dado por mi particular interés por los datos, trabajando y dialogando con expertos de Computer Science que reconocen (como yo reconozco de ellos) el rol que cumplo, al momento de reconocer las potencialidades de un dato y los diferentes tratamientos que se le pueden dar para su mayor rendimiento alrededor de un determinado tema. ¿O es que alguno de ustedes se dejaría operar una determinada dolencia únicamente por su médico tratante, sin el anestesiólogo, el instrumentista, la enfermera y demás profesionales que colaboran con éste para mitigar nuestra dolencia?
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.- 553 lecturas