Los maestros: héroes anónimos en la crisis de la pandemia

En el año 2016 escribí un artículo en el que manifestaba que los verdaderos héroes de la Paz son los maestros. Ellos realizan su labor en instituciones educativas ubicadas en territorios de conflicto, barrios de alta peligrosidad con fronteras invisibles, con difícil acceso, climas extremos y otras condiciones poco favorables para su desempeño profesional.

Hoy, con el avance del COVID-19, en el que los gobiernos ordenaron el cierre de un número sin precedentes de instituciones educativas para evitar mayores contagios, no me cabe la menor duda de que los héroes en la atención de esta pandemia son el personal sanitario y los maestros.

En este texto me referiré a todos los educadores, quienes están atendiendo desde sus casas a millares de niños y adolescentes en todo el territorio nacional. La gran mayoría de docentes en Colombia no cuentan con la preparación adecuada ni con las herramientas tecnológicas necesarias para llevar a cabo una modalidad virtual. Con su labor han brindado oportunidades de aprendizaje para que los programas académicos y de formación continúen, y han logrado que la educación no se vea detenida por estas circunstancias de confinamiento obligado.

Recordemos que, en pleno siglo XXI, existe un gran número de escuelas que no cuentan con plataformas digitales que permitan el desarrollo adecuado de clases virtuales. De hecho, muchas no tienen siquiera un computador adecuado para albergarlas. Esto se puede constatar sobre todo en las zonas rurales. Y ni hablar de la conectividad, a veces inexistente en las escuelas y en las casas, a pesar de la alta incursión digital que se ha realizado por parte de los gobiernos en los últimos años.

Por ello, los maestros en esta época han tenido que enfrentarse con grandes preguntas sobre el aprendizaje interrumpido: ¿Cómo se garantizará el acceso a oportunidades de aprendizaje remoto, especialmente de aquellos estudiantes con necesidades educativas especiales? y ¿Cómo abordar el tema con las familias de bajos ingresos?

Los retos para los gobiernos, las escuelas, los maestros, padres de familia y estudiantes son enormes, pues definitivamente no estábamos preparados para el confinamiento masivo en todo el territorio nacional. Pero, aunque el reto es grande, en esta oportunidad vuelven los maestros a ser los héroes. A pesar de las circunstancias dieron lo mejor de sí mismos y de su profesionalismo para atender a sus estudiantes en esta coyuntura inesperada. A todos ellos mis aplausos, gratitud y admiración.

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