En medio de la sociedad hiper-competitiva e hiper-conectada, procuramos tanto mostrar nuestros éxitos que olvidamos lo que en verdad hizo que estos llegaran: nuestros fracasos.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.