Aunque la pasión por las matemáticas nació con él, fue el amor y la dedicación de un puñado de maestros quienes llevaron a José Fernando Isaza a entender el lenguaje de la naturaleza a través de la geometría.
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
Tres personas que cambiaron la vida de un hombre incentivando el valor de la honradez, la pasión por los libros y una vocación eterna por la literatura y el periodismo.