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Saber pedagógico en el contexto colombiano
La educación tiene fundamentación ética y política que giran en torno a la posibilidad de ser aprendidas y desarrolladas para pensar y resolver problemas educativos y sociales.
La historia de Colombia está permeada por distintos actos de violencia que constantemente han vulnerado los derechos humanos y por ende ha tenido un gran impacto en el desarrollo de la sociedad y en la cotidianidad de cada una de sus víctimas. La violencia ha sido protagonista desde la independencia de Colombia, pasando por distintas guerras, la violencia bipartidista, distintas masacres, el bogotazo, la creación de guerrillas, paramilitares y el nacimiento del narcotráfico que han sido etapas difíciles pero que a través de su resiliencia el pueblo colombiano ha sabido dejar atrás pero dejando cicatrices en el tejido social y desmejorando aspectos básicos y fundamentales de la sociedad como la salud, educación, vivienda, entre muchos otros, afectando negativamente la calidad de vida.
Nuestro país se ha recuperado luego de numerosos intentos tras cada golpe sufrido. Sin embargo hay víctimas que nunca han sido indemnizadas o se han podido recuperar de un conflicto en el cual nunca quisieron participar pero lastimosamente han tenido las más grandes pérdidas.
Para superar el dolor, las tragedias y las consecuencias de la violencia es necesario que las víctimas se reconozcan como personas, reconozcan el maltrato pero sobretodo la vulneración a los derechos humanos que han sufrido por diferentes entes del contexto colombiano. Por esto, la educación es propuesta por las diferentes propiedades y beneficios que puede traer, ofrece una reflexión y valoración de nuestras identidades para reconocer nuestro papel dentro del desarrollo de un país, rescatando la dignidad, la esperanza y brindar esperanza acerca de una mejor calidad de vida para todas las víctimas
Carlos Arturo Charria, ganador del premio compartir, identifica la relevancia del reconocimiento de la violencia, maltrato, abuso, explotación y desplazamiento forzado de las víctimas del conflicto armado.
El profesor también enfatiza que a través del reconocimiento se puede iniciar un proceso de reconciliación en el cual se les garantiza a las víctimas diferentes oportunidades para iniciar una nueva vida y así mismo hacerles caer en cuenta que como ellos hubieron muchas personas afectadas en menores o mayores proporciones.
Al ser varias personas y comunidades afectadas por la violencia pueden ser más fácilmente escuchadas no solo por el gobierno sino también por el mundo para que velen por su seguridad y bienestar.
Otra organización importante para la reconstrucción de sociedad es el Centro Nacional de Memoria Histórica, que es un establecimiento público del orden nacional, adscrito al Departamento para prosperidad social, que tendrá como objeto reunir y recuperar todo el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio relativos a las violaciones de que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas y restitución de Tierras. Dicha información es puesta a disposición de quiénes están interesados mediante diversas actividades con la finalidad de enriquecer el conocimiento de la historia social y política de Colombia.
Por otra parte, los maestros y futuros maestros de Colombia debemos asumir el saber pedagógico como la construcción de conocimientos formales e informales, los valores, ideologías, actitudes y prácticas; es decir, se presenta como una construcción propia dentro del educador, que lleva a cabo como resultado de las interacciones entre sus pensamientos e ideas, el contexto cultural, social de manera activa y participativa que permite organizar, interpretar y reestructurar el conocimiento con la experiencia, los saberes previos y la información recibida de diversas fuentes.
Para los educadores de Colombia es fundamental implementar el saber pedagógico para usar sus conocimientos acerca de las vivencias, violencia y desigualdades para concientizar a los estudiantes acerca de los factores que han llevado el país a esos puntos de extrema violencia e inculcarles un sentido de pertenencia y compromiso con nuestro país.
De igual forma, es relevante dar a conocer este tipo de organizaciones y usarlas como un apoyo o herramienta para dar a conocer la historia de nuestro país, con el objetivo de enseñarles que a su disposición existen diferentes recursos de los que pueden apropiarse para cambiar el futuro del país.
La educación puede constituirse como una fuente de pensamiento que hace de la reflexión, una cultura, donde la educación y las prácticas pedagógicas se forjen por unas ideas elementales en relación con el desarrollo de sociedad, fortaleciendo el sentido a la identidad.
La educación tiene fundamentación ética y política, prácticas sociales arraigadas que giran en torno a la posibilidad de ser aprendidas y desarrolladas para pensar y resolver problemas educativos y sociales. A través de la reflexión se debe resaltar la teoría junto con la práctica para dar consistencia a los objetivos a alcanzar.
En este caso, se debe concretar el sentido social de los estudiantes con funciones que cumplan con la búsqueda de un bienestar social pero priorizando el fortalecimiento de valores, principios para evitar repetir cualquier otro atropello a los derechos humanos de los habitantes de nuestra nación.
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