La neuroeducación nos proporciona una amplia perspectiva sobre las diversas formas de aprender, todas relacionadas con el funcionamiento del cerebro, cómo traza caminos cognitivos y qué factores afectan o favorecen este proceso.
En la práctica, a través de la neuroplasticidad, todo lo que hacemos cambia la estructura y funcionalidad de nuestro cerebro y ello nos permite adaptarnos al entorno, sobrevivir y, en definitiva, aprender.
En la práctica, a través de la neuroplasticidad, todo lo que hacemos cambia la estructura y funcionalidad de nuestro cerebro y ello nos permite adaptarnos al entorno, sobrevivir y aprender.
Si bien la mayoría de los educadores no están capacitados en neurociencia, de particular interés para la investigación educativa son los avances en el aprendizaje, el cerebro y la memoria. El Dr. Thad A. Polk, neurocientífico cognitivo y profesor de psicología en la Universidad de Michigan, define el aprendizaje como "la adquisición de conocimiento o respuesta conductual de la experiencia" y la memoria como "el resultado del producto del aprendizaje". Aprender consiste en adquirir nueva información y la memoria es el almacenamiento y la recuperación de esta información.
En la etapa de reestructuración cerebral, es importante que los niños y niñas desarrollen un sentido cooperativo y social para el refuerzo de sus conexiones cerebrales.