¿Cómo reinventarías el aprendizaje? 5 visiones para nuestro futuro post-COVID

En menos de un año, el mundo de la educación ha cambiado más rápido que en los últimos 200 años.

Los estudiantes de primaria extrañan a sus amigos, los estudiantes del último año de secundaria se perdieron el baile de graduación, los estudiantes universitarios se perdieron la graduación, los maestros perdieron sus aulas, los padres perdieron la cuidada de de los niños. Sin embargo, una cosa que no faltaba era la innovación.

La pandemia ha hecho surgir nuevas necesidades y ha puesto de manifiesto el deterioro de nuestro sistema existente.

También sabemos que hay muchas personas que ya están pensando en posibles soluciones, por lo que les preguntamos a quienes están haciendo el trabajo para reformar la educación: ¿Cómo podríamos adaptarnos al aprendizaje a distancia y al mismo tiempo aprovechar este momento para reimaginar radicalmente lo que pensamos? ¿Necesitan nuestros sistemas educativos?

Escuchamos a padres y estudiantes, pero también a arquitectos y empresarios:

1. La equidad ya no será una ocurrencia tardía

La pandemia ha puesto al descubierto la situación de desigualdad social, ya sea por falta de medios o malas conexiones de internet es por ello que las escuelas deben tomar decisiones proactivas que sirvan a los estudiantes de manera proporcional a sus necesidades.

A fin de brindar un espacio equitativo, el país de Panamá, por ejemplo, reunió lecciones de sus mejores maestros de escuelas públicas y transmitió esas clases en la televisión nacional en las cuales más de 6 millones de estudiantes se vieron beneficiados. 

2. El "aula" estará en todas partes

En esta nueva normalidad se esconde una verdad más grande: las mayores limitaciones de las escuelas son sus propios muros.

¿Qué pasaría si viéramos esto no como una limitación de espacio sino como una oportunidad de espacio? Cuando expande los límites del aula, hay un potencial sin explotar casi ilimitado. En este sentido, existen docenas de usos innovadores del espacio tanto físico como virtual. Desde aulas de jardín donde los estudiantes pueden aprender de su entorno natural hasta aulas virtuales que conectan a estudiantes de todo el mundo, ampliar nuestra perspectiva sobre dónde puede suceder el aprendizaje amplía cómo y qué enseñamos. Y cuando los estudiantes aprendan en el contexto del mundo real, estarán mejor equipados para resolver problemas del mundo real.

3. Los estudiantes administrarán sus propios horarios.

La rigidez de los horarios escolares es una barrera estructural para la equidad ya que todos los estudiantes no disponen de los mismos tiempos para realizar sus estudios.

Josh Stern, un estudiante de último año de secundaria de Nueva York, cree que gran parte de su trabajo estaba limitado por las exigencias del día escolar estándar. Durante la cuarentena, ha podido hacer su trabajo cuando se siente con más energía y reunirse al mediodía con profesionales en los campos que le interesan.

Durante esta crisis, estudiantes como Josh han estado administrando su propio tiempo mientras equilibran la escuela con pasatiempos, trabajo y cuidado familiar. Será difícil recuperar esa flexibilidad. Es hora de que las escuelas adopten horarios flexibles que satisfagan mejor las necesidades de los estudiantes. 

4. Las escuelas apoyarán a las familias y no al revés

Si hemos aprendido algo de los últimos meses, es lo difícil que puede ser enseñar. Las familias están desarrollando una comprensión íntima de todo lo que se necesita para ayudar a sus hijos a aprender, y las escuelas están desarrollando una comprensión de lo mal preparadas que están para ayudar a las familias a potenciar el proceso de aprendizaje de sus hijos. En el futuro, las escuelas reconsiderarán cómo pueden apoyar mejor a las familias.

Cuando los padres están capacitados para ayudar a sus hijos, no solo las familias se involucrarán más en el éxito de sus hijos, sino que los resultados del aprendizaje también mejorarán. 

5. Habrá nuevas medidas de éxito

Durante años, los resultados de las pruebas han sido la métrica que importa para los profesores, los estudiantes y las escuelas. Pero durante la pandemia, la enorme importancia de las calificaciones, los exámenes y la asistencia ha palidecido en presencia de mayores necesidades. Por ello se hace necesario que los estudiantes cuenten con la oportunidad de mostrar lo que saben. En el futuro, nos animan los enfoques de evaluación basados ​​en competencias que recompensan una definición amplia de crecimiento.

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