En España, en promedio, diez jóvenes deciden acabar con su vida diariamente. ¿Qué pueden hacer las instituciones educativas para prevenir que esto suceda?
Un estudio realizado por la Universidad de Stanford ha identificado consecuencias del uso de esta herramienta y sugiere algunos cambios para evitarlas.
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
Las clases a distancia han sido duras y cada obstáculo causa estrés y ansiedad, sin embargo hay una combinación de acciones que harán que todo esté mucho mejor en estos tiempos de pandemia.
El proceso de crear y el espacio que se da para ello ayudan a mejorar la salud mental de los estudiantes, luchando contra la depresión y ansiedad que genera el siglo XXI.