La educación no es la reproducción de conocimientos

Casos como el de la profesora Sandra del Pilar Rodríguez en su quehacer docente, su autorreflexión de las prácticas pedagógicas en el aula, la transformación e innovación en las estrategias llevadas a cabo con los estudiantes y el hecho de que ser docente conlleva una serie de responsabilidades, tanto con los niños como con la sociedad, hacen pensar que es realmente necesario transformar las prácticas didácticas que hoy en día se utilizan en muchas instituciones educativas.

La principal es la reproducción de conocimiento, tal como lo afirma Fandiño y Bermúdez (2014) en su texto, dicha reproducción pertenece a uno de los tres problemas que los autores consideran, posee la educación colombiana.

 Por lo anterior, la educación actual debe estar encaminada a la formación del estudiante como persona crítica, quien puede cuestionar y utilizar los conocimientos adquiridos en su contexto y puede contribuir con ello a la sociedad.

Cabe resaltar que la educación colombiana está más encaminada a la reproducción de conocimientos que a la utilización que se le puede dar a estos en los diferentes contextos del estudiante, es decir, para lograr la transformación de las prácticas pedagógicas que encaminen al estudiante a su desarrollo como persona, se debe tener en cuenta que: 1) hay que tener claro que la educación no se debe basar en la simple transmisión de conocimientos: 2) el docente debe realizar una práctica reflexiva en su propio quehacer docente y 3) tener en cuenta a los niños en nuestro ejercicio docente, hacerlos participes de su propio aprendizaje.

Como se mencionó anteriormente, Fandiño y Bermúdez nombran tres problemas que alberga la educación colombiana: la reproducción en la escuela, visión tecnocrática de la formación docente y subvaloración del quehacer docente.

La que nos interesa más en este texto es la cuestión de la reproducción, dado que, desde mi punto de vista, es uno de los principales baches entre la enseñanza en la escuela y la formación del estudiante como persona, no está de más decir que los tiempos cambian y que como menciona la profesora Sandra, trabajar a partir de enfoques de enseñanza de corte mecánico e instrumental, puede llevar a que el docente no tenga éxito en el aula, como fue su caso.

Tal como está docente lo hizo, es necesario implementar técnicas didácticas que contribuyan a la realización del niño como persona y no como un simple reproductor de conocimientos, sino que pueda utilizar lo que aprende en el aula y pueda ser autocrítico de su propio aprendizaje.

Para encontrar didácticas que hagan partícipe al niño en el conocimiento, al alumno y su contexto, la profesora Sandra decide hacer un proceso de autorreflexión y de revisión de sus concepciones con respecto a sus formas de enseñar, de los enfoques y de los referentes pedagógicos y didácticos que guiaban su quehacer docente.

Esto nos lleva a nuestro segundo punto, a tener en cuenta para la realización del estudiante como persona: la investigación acción; Kurt Lewin (2007) la define como una práctica reflexiva, en donde se investiga sobre las mismas prácticas, en este sentido la docencia y la investigación son actividades que se unen. Esta se realiza con el objetivo de realizar cambios a ciertas circunstancias en las que encontramos diferentes problemas.

La utilización de este método nos lleva a abordar nuestra propia práctica desde una visión autocrítica, que en mi consideración sirve asertivamente para la búsqueda de falencias en nuestro ejercicio docente, a partir de mi experiencia y de las grabaciones que he hecho de mis clases he podido observar aspectos que pasan desapercibidos en el momento de la clase y que gracias a su transformación han dado lugar al mejoramiento de mis prácticas pedagógicas.

Por otra parte, las prácticas reflexivas de la profesora Rodríguez la llevaron a tomar la determinación de llevar un trabajo a través del lenguaje, según ella, los niños deben tener la oportunidad de participar en diferentes espacios educativos para construir el habla, de manera que se sientan escuchados y valorados. Así mismo, de poder ser parte del mundo de la cultura escrita para que se conviertan en usuarios del lenguaje de manera correcta.

Esto se considera más que importante, ya que para lograr una recepción exitosa del conocimiento por parte de los alumnos, es necesario que ellos se sientan cómodos con eso que el profesor dice y hace, que observen que son partícipes de su propio aprendizaje, donde su opinión tienen un valor y por ello no tienen miedo a equivocarse porque saben que a partir de ahí, surgirán los conocimientos, esto también contribuye al desarrollo de seres íntegros y autónomos, de personas con capacidad crítica y auto-crítica, quienes logran integrar lo aprendido en el aula, en diferentes contextos de la vida real, para hacer grandes aportes a su entorno y a la sociedad en general.

Finalmente, se puede decir que la educación no puede ser tomada como una reproducción de conocimientos, dado que ello no contribuye a la realización como persona del niño o adolescente, la educación debe tener un trasfondo más amplio, una significación que conlleve desde el conocimiento de diversas disciplinas del mundo, hasta como cada una de estas puede ser utilizada en pro del alumno y del entorno en el que se desenvuelve.

Es necesario que el docente realice una práctica reflexiva en el aula, para de esta manera encontrar falencias y desarrollar nuevas estrategias de enseñanza que den lugar a  la transformación de las prácticas pedagógicas que tengan en cuenta al estudiante y los hagan participes de su propio proceso de aprendizaje, donde sus ideas y sus pensamientos son escuchados para que de acuerdo a este y a todo lo anteriormente mencionado en conjunto, se forme al estudiante como persona.

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