El mejoramiento de la calidad de la educación rural demanda la dignificación de la docencia rural, desde las condiciones materiales hasta cualificar sus condiciones de vinculación a la profesión docente.
El pensamiento sistémico en el personal docente se construye a través de la construcción de la finalidad de la innovación, y del firme empeño en concretar esas expectativas en un entorno donde todo miembro del personal debe ser visto como un colega digno de confianza para examinar las suposiciones y prácticas habituales.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.
En un proceso de innovación educativa los docentes deben enfrentar la inevitable realidad de que su modelo individual de auto-mejora para el crecimiento profesional nunca logrará los resultados deseados de un mayor rendimiento de los estudiantes en toda la institución educativa.