Se ha hablado de calidad de la educación, de cobertura, de tecnologías, pero el tema de la credibilidad en las instituciones educativas no pareciera ser de mayor importancia.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
Desde 2004, uno nuevo ha hecho aparición en el escenario educativo: los estándares básicos de competencias. ¿Acaso se trata de meros cambios de lenguaje?
Las matemáticas tienen una posición especial en nuestro mundo occidental. Si un estudiante no las aprueba se dice que es torpe, de lo contrario, que es inteligente.