La sabiduría de la pedagogía es comenzar desde un lugar de confianza y oportunidad, algo más fácil de decir que de vivir y es lo que los maestros también merecen.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.
Escribir, para los estudiantes, puede ser una forma de mostrarles que son pensadores y escritores, que tienen una historia que contar y alguien quiere escuchar.