Hace unos días viví en Bogotá dos episodios que me cuestionaron sobre nuestras relaciones en comunidad y nuestra idiosincrasia colombiana. ¿Por qué nos cuesta cuidar de los demás?
“Libres son quienes crean, no copian y libres son quienes piensan, no obedecen. Educar es enseñar a dudar”, concluye Eduardo Galeano, y yo agregaría: educar es enseñar a pensar y a hacer uso responsable de la libertad.
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.
La falta de afecto y cariño que se han perdido a lo largo del tiempo, fundamentales para el desarrollo mental del joven, conllevan a que los estudiantes no potencialicen su aprendizaje.
Se plantea la necesidad de que los docentes se organicen para reflexionar acerca de las prácticas pedagógicas y su relación con la vida de la sociedad.
¿Qué es el cuerpo además de un envase que nos contiene? ¿Habla de nosotros? ¿Por qué hablamos de nosotros y el cuerpo, como si fueran elementos separados?
Pensar, planear y ejecutar con visión de largo plazo es un requisito básico para lograr la equidad en las sociedades contemporáneas, principalmente en las economías en desarrollo. La educación es, con certeza, uno de los ámbitos prioritarios en el camino a la equidad.
La visión renovada de la educación está en mano de los jóvenes que nos formamos para ser maestros y que queremos hacer palpitar en los corazones la importancia que tiene la labor de enseñar.