Las historias de vida no solo son una técnica de investigación social, también pueden constituirse en una importante estrategia formativa cuando se plantea en términos prospectivos y ficcionales para realizar cambios en el rumbo de nuestras vidas y organizar la experiencia de múltiples formas.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.
Estamos tratando de identificar características de la red que sean aprovechables para orientar la construcción de un ecosistema de educación para una sociedad disruptiva.
El mal, entendido como el drama de la libertad humana, constituye uno de los mayores retos de la educación ético-política y estética. Se requiere, entonces, maniqueísmos aparte, una conceptualización clara y profunda de sus implicaciones para su manejo pedagógico y formativo.
Se debe ver a la educación para la paz y la formación ciudadana como un proceso transversal que articula, de manera responsable y compartida, a todas las áreas de la institución escolar.
Se hace necesario encontrar los elementos que podrían caracterizar un ecosistema educativo que vaya a la par de los desarrollos que dan forma a este mundo disruptivo.